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20minutos.es - 12/10/2018
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Con la llegada del otoño, tambiuén llegan las bajadas de temperaturas, las lluvias y con ellas, es muy común ver muchísimas hormigas con alas, es decir, las llamadas hormigas voladoras.
Se trata de individuos reproductores (las hormigas obreras son estériles) que no salen del hormiguero en conciones normales, pero que con las lluvias lo hacen para no ahogarse. También son llamadas hormigas aladas.
La bajada de las temperaturas y las precipitaciones coinciden con el período de apareamiento de las hormigas. Así, con las lluvias, salen de los hormigueros para reproducirse y crean nuevos asentamientos. Los machos alados mueren (no pueden comer por sí mismos) y las hembras, fecundadas, pierden sus alas y se convierten en reinas de las nuevas colonias.
Aprovechan las primeras lluvias ya que el terreno se vuelve blando y les resulta más fácil para construir nuevos hormigueros.
Las hormigas utilizan las alas para salir del hormiguero e ir en busca de machos. Una vez que regresan, se desprenden de las alas para poner los huevos y crear una nueva comunidad en el hormiguero para primavera.
Una vez que regresan al hormiguero comienza el nuevo asentamiento para protegerse del frío del invierno. Volveran a aparecer con las primeras lluvias otoñales.
Se pueden utilizar los clásicos aerosoles, ya que este tipo de insecto reacciona rápidamente a estos venenos. Otro método es utilizar un exterminador eléctrico, sobre todo en habitaciones cerradas. Entre los trucos caseros se encuentran la cinta adhesiva, ya que se quedan pegadas o utilizar jabón de lavavajillas.
Fuente: 20minutos.es